martes, 15 de marzo de 2016

Memoria

Lo que daría porque fuese ya de día y su dulce voz me susurrase “lavavajillas”, “espumadera” o “colesterol”. Esta noche la actualizan. Cuando la compramos la pobre era incapaz de comprender que murmurabas palabras sin sentido solo por confundir su cerebro electrónico. Me divertía tanto verte musitando “tenedor” o “panadero” que creo que te empezó a imitar solo por hacerme reir. Cuando… te fuiste, dejó de hacerlo, desorientada. Una mañana, saliendo de la noche sin sueños que buscaba en las pastillas, la encontré susurrando al pie de mi cama, buscando la risa que se fue contigo. Dicen que en el hospital no es seguro un modelo tan antiguo. Y temo que con su memoria yo pierda la tuya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario